Bolsita de cenizas
A principios del siglo XX, en una pequeña comunidad vivía un hombre que tenía un hijo de alrededor de 5 años de edad. Debido a su trabajo, este hombre viajaba constantemente a la ciudad.
En una ocasión se levantó un
conflicto armado entre el ejército y la guerrilla cerca de la comunidad donde
vivían. La gente del lugar no veía peligro debido a que, según su pensamiento,
el conflicto no era tan cerca.
Cierto día, mientras el hombre
se encontraba en la ciudad, llegaron los guerrilleros a la comunidad y comenzaron
a encender las casas y a secuestrar a varios de los pobladores, entre ellos al
pequeño niño.
Cuando el hombre regresó de su
viaje, encontró todo en ruinas y asustado se dirigió rápidamente a su casa para
buscar a su hijo. Buscando desesperadamente entre los escombros de lo que fue
su casa, encontró un bulto en forma de un niño calcinado por lo que lágrimas de
dolor salieron de sus ojos y con una inmensa tristeza mandó a cremar el cuerpo.
Depositó las cenizas en una bolsita de tela, la cual siempre llevaba consigo.
Después de algunos meses la
comunidad había logrado reconstruir algunos lugares entre ellos la casa del
hombre.
No muy lejos de allí, el niño
vio la oportunidad y logró escapar de sus captores dirigiéndose rápidamente a
su casa, una vez que llegó, tocó a la puerta gritando: “¡papá, soy yo!”
El hombre al escuchar esto,
pensó que se trataba de una mala broma y pensaba: “¿Cómo es posible que alguien
se atreva a jugarme esta broma tan cruel?” por lo cual, ignoró al niño y por
más que el niño tocó y gritó no recibió respuesta y dándose por vencido se fue.
Esa fue la última vez que se
vio al niño.
Esta sin duda es una triste
historia. Me encantaría leer en los comentarios ¿qué te deja? ¿Cuál es
tu reflexión?
En lo personal, una de las más
grandes reflexiones que me deja es que: la mayor parte del tiempo me
encuentro tan identificado con mi pasado (las cenizas de mi bolsita) que
no identifico las bendiciones de vida que tengo en el presente.
Me recuerda las palabras de san
Pablo que dijo: "Dios nos ha bendecido con toda bendición
espiritual." Él dijo que ya estoy bendecido, no que seré
bendecido, pero tristemente me sigo identificando con el pecado* y
no me hago consciente de que la vida está gritando y tocando a la puerta, y
cuando logro percibir un atisbo de ese gran amor, pienso que no soy digno o que
es una broma cruel y opto por ignorarla.
Jesús lo dijo: "Nadie
que mire atrás después de poner la mano en el arado es apto para el reino de
Dios." ¿Porque espero un cielo futuro? ¿Por qué espero la
iluminación futura? porque mi mirada está puesta atrás y no veo que el reino de
Dios está en mí y lo puedo disfrutar aquí y ahora.
* No uso la palabra pecado de manera religiosa como bueno o malo, la
uso como lo que es: una palabra que significa "Fallar al blanco" de
manera que cuando uso esta palabra me refiero a cualquier comportamiento que
provenga de otra cosa que no sea quien soy yo.
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