Súper poder 8: Reconocer cuando me equivoco


 

Me equivoqué. Mientras escribo estas líneas, se me viene a la mente cuantas veces me he equivocado. Cuántas veces he tomado decisiones erradas, cuántas veces tomé la ruta equivocada, etc. sin embargo, el llevar la cuenta no es para nada importante, lo que es realmente importante es reconocer si lo acepté, es decir: acepté que me equivoqué.

Porque equivocarse es parte del proceso natural de aprendizaje que tenemos los humanos. Quien no se equivoca es porque no lo ha intentado. Observo que este súper poder se compone de dos conceptos increíblemente importantes: Aceptación y Equivocación. Uno, invariablemente sucederá porque como ya lo he escrito, es parte de la vida, pero el otro depende totalmente de mí que se dé y es en ese que radica el verdadero poder.

En una ocasión se acercó un periodista a Edison, el inventor y le preguntó: “¿Que ha cosechado después de casi mil intentos fallidos?” a lo que Edison le respondió: “No fracasé, sólo descubrí 999 maneras de cómo no hacer una bombilla."

En esta historia veo que el enfoque del periodista se centraba en la equivocación, en su pregunta noto cómo busca resaltar las constantes equivocaciones a las que se había enfrentado Edison al usar la frase: “Casi mil intentos fallidos”.

En mi hay una multitud de “reporteros” al tanto de mis equivocaciones, esas vocecitas internas que me recriminan y que se centran mis fracasos. Y que abrumadoramente se amontonan a mi alrededor cuando cometo una equivocación pues están “haciendo su trabajo”. (Esto me recordó al blog Smeagol o Gollum si no lo has leído tómate un momento para hacerlo dando Clic)

Si presto atención a lo que estos “reporteros” me dicen y les hago caso, si pongo mi enfoque en el error, entonces ¿Qué resultado tendré? O en otras palabras ¿Cómo sé que me estoy enfocando en mis fracasos? Simplemente observa:

¿Me estoy victimizando? Es decir, siempre busco culpables, por ejemplo: “esto me sucedió porque Jaimito no hizo lo que debía de hacer”

Constantemente me estoy quejando. Por ejemplo: “porqué me pasa esto a mí”

Busco  justificarme. “Yo no choqué, me chocaron”

Me resisto. Estoy cometiendo una y otra vez los mismos errores.

Siento que no puedo lograrlo.

En contraste, en la respuesta de Edison veo su enfoque: aceptación. Al decir: “encontré 999 maneras de no hacer una bombilla”, veo aceptación plena, cada intento fallido para Edison no era otra cosa más que aprendizaje. Cuando acepto que me equivoco aprendo y cuando aprendo crezco, y cuando crezco puedo enfrentar retos mayores.

Cuando era pequeño, contar del uno al diez era un reto que hoy ha dejado de serlo, pues es algo que puedo hacer al revés y al derecho. Sin embargo para lograrlo, tuve que equivocarme muchas veces, pero como era niño, no me costó trabajo aceptar mis errores y simplemente verlos como lo que son: aprendizajes de cómo no se hace.

En pocas palabras: Este es un súper poder que brinda súper fuerza, de modo que hoy aceptaré las inevitables equivocaciones y cuando sucedan me preguntaré: ¿Qué aprendí?

Un ejercicio que puede ser muy útil es compartir con alguien en qué me equivoqué y qué aprendí.

La aceptación se trata de no resistirme, simplemente observar sin juzgar el evento esto activa el súper poder que me dará súper fuerza.

P.D. Cuando acepto que me equivoqué en algo que implica a otras personas, me dará el valor y la humildad necesarios para pedir perdón y resarcir el daño provocado con mi error, ahí también hay un gran aprendizaje.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

LOS FILTROS (Guarda tu mente parte 2)

Caminante no hay camino…